Amarillo y rojo

Semana intensa en Catalunya y en España, semana llena de acontecimientos, de discursos, de medios de comunicación, de tertulianos. Semana diversa, contradictoria, con indignación... con felicidad momentanea,  tambien, y porqué no, semana colorida, principalmente de rojo y amarillo.
Primero fue una manifestación multitudinaria de un pais indignado, luego una final de futbol ganada.
Banderas, rojo, amarillo, repetido varias veces: senyera.
Hago esta reflexión especialmente para mis queridos Llort de fuera de "la piel de toro", logicamente con una visión lejana, sin detalle, a veces idílica de una España compleja, incomprendida.
Desde muchos puntos de vista, España es un invento con sus imperfecciones,  no es facil compaginar culturas e identidades tan diversas y no es facil encontrar equilibrios, pero es importante buscarlos.
Esta semana, Catalunya, ha recibido una más de las ya numerosas bofetadas en su fràgil autogobierno.
Para ser didactico utilizaré la metafora:
Un padre dominante tiene varios hijos bajo su techo, muy diversos: unos con caracter, otros complacientes, otros resignados. Uno de los hijos, con  solido fundamentos, quiere decidir su futuro y le pregunta a su padre como debe hacerlo, la respuesta es contrariada y le pone muchas condiciones, casi imposibles de cumplir. El hijo, no se resigna y cumple, una por una, todas las condiciones impuestas, no sin rebajar y perder por el camino muchos de sus propositos iniciales. Al llegar al final del proceso, el padre disgustado y sin argumentos, en contra de su propia palabra dada, niega a su hijo la opción de dedicir su futuro.
El hijo se siente estafado.

Mi experiencia personal: vibré con la victoria de España pero no pude celebrarla bajo una bandera politizada y que es utilizada como la red de un pescador, la que no deja nadar a mi pequeña nación.


El dia que una bandera, aquí o allí, no sea vista como una provocación, seremos más libres y sabios.